La Historia de los Celtas: Cultura y Ritos Funerarios
Por el lado de la historia, encontraremos que la cremación del cuerpo para el entierro, no empezó ayer. Sin embargo, se trata de explicar el significado pretendido por nuestros antepasados durante la preparación de la ceremonia del funeral y el tratamiento del cuerpo en el último adiós.
Cada época tiene sus tradiciones, dicho esto, tendríamos mucho que aprender de los que nos precedieron en el tiempo.
¿Quienes son los celtas?
Se habla de tradiciones y civilizaciones celtas para las tribus distribuidas geográficamente del norte de Escocia hasta el sur de Normandía y Bretaña Occidental a la frontera entre Alemania y Polonia.
Según el historiador griego Heródoto , los celtas habitan las regiones que van desde las columnas de Hércules hasta el Danubio en el medio del siglo quinto antes de Cristo. AD , es decir, desde la Península Ibérica a Rumanía a través de la Francia , el Bélgica , el norte de Italia , el sur de Alemania , el Bohemia , el Morava , la Eslovaquia , el Eslovenia, el Austria (tradicionalmente reconocida como la región de origen de los celtas de Hallstatt ), donde se atestigua la presencia de carácter celta poblaciones.
El ‘Más Allá’ en la cultura celta
Si hay un Más Allá mitológico digno de ser contado es el mágico Más Allá de los celtas. Las antiguas creencias de los galos sobre la ‘Ultratumba’ aparecen recogidas por un historiador bizantino, Procopio de Cesarea, en el siglo VI. Narraba éste, entonces, que en aquellos tiempos se creía que la ‘tierra de la muerte’ (y hablamos de los ritos funerarios celtas) se situaba al oeste de la isla de Gran Bretaña. La muerte, en una ceremonia denominada ‘Despedida del Cuerpo’ donde los elementos de la naturaleza (el agua, el fuego, la tierra y el aire) aportan riqueza y matiz en la honra fúnebre al ser querido.
Las almas que abandonaban el cuerpo se dirigían al norte de la Galia y, desde ahí, embarcaban hacia Bretaña. Esas ánimas, cuando se iba la luz del día, llamaban con insistencia a las puertas de los marineros galos para que les embarcasen rumbo a su nuevo hogar. Tocaban a sus puertas insistentemente (según el credo celta) hasta que estos se decidían a cruzar el canal en naves fantasmagóricas; naves que, en la mitología de la región de Bretaña, llevaban el nombre de Bag An Noz (barca de noche). Y ahí comenzaba la ceremonia el tránsito…
El ritual de la exposición de cadáveres:
Este ritual, destinado a los que morían en combate, consistía en depositar sus cadáveres en determinados lugares, para que fueran comidos por lo buitres, considerados como intermediarios (psicopompos) entre el mundo de los humanos y el de los dioses, ya que al mismo tiempo que descarnaban su cuerpo transportaban su espíritu directamente a la deidad celeste. Este ritual era considerado más puro que la incineración, ya que evitaba el contacto con la tierra
El Ritual de la Incineración
El primer ritual era el usual, consistía en la incineración del cadáver con su ajuar en una pira funeraria o “ustrinum”. Una vez finalizada la cremación, se recogían, previamente seleccionadas, las cenizas y restos óseos del difunto, introduciéndolos en un hoyo o, previamente, en una urna o vasija de cerámica. Junto a ésta se depositaba al ajuar u objetos personales del difunto, compuesto de armas, elementos de adorno y utensilios.
La tumbas, agrupadas en necrópolis o cementerios, podían estar señalizadas al exterior con una piedra o estela o una cubierta tumular.
Característico de las tumbas celtas es la inutilización intencionada de los objetos personales o ajuar del difunto. Las armas, útiles o adornos depositados en las tumbas aparecen doblados e inutilizados intencionadamente; con esta práctica se trataba de evitar la separación del difunto de sus objetos personales, a través de su “muerte ritual”, de esta manera su espíritu acompañaba al difunto al Más Allá, como exponentes de su propia identidad.
La existencia, en algunas tumbas, de restos óseos de animales jóvenes -cordero, potro- ha sido interpretada como la porción de carne del banquete funerario perteneciente al difunto. También, en menor medida, se han encontrado en las necrópolis celtas enterramientos simbólicos o cenotafios, en donde los animales sustituyen al cuerpo del difunto cuando este fuera imposible de recuperar.
Añadir Comentario