A lo largo de nuestra vida nos registramos en redes sociales en las que compartimos fotografías, archivos, mensajes, etc… Internet también es un medio de comunicación en el que quedan reflejados actos y notificaciones del mundo analógico (comunicaciones oficiales sobre litigios como multas, sanciones…) es la llamada “huella digital”. 

¿Pero qué hacemos con esos perfiles en redes sociales y todos sus archivos fotos etc. cuando un ser querido fallece?

Llegado el momento del adiós podemos borrar toda esa información que a lo largo de nuestra vida se ha subido a las redes y que es visible para todo el mundo.

Podemos encargamos de eliminar o recopilar parte de esa información y usarla para un homenaje digital y o para el Muero del Recuerdo.

Damos de baja al difunto de las redes sociales en las que estaba registrado, así como finalización de las cuentas de correo electrónico, conseguimos que toda la información que hasta ese momento era pública, ahora desaparezca o esté controlada por el entorno familiar.